En nuestro otro post ya explicamos lo que eran las soft skills. Pero, ahora, es interesante conocer cuáles son las más valoradas por las empresas y reclutadores a la hora de contratar personal. Los modelos de contratación están cambiando, y ahora, ante la escasez de talento y gran formación de la mayoría de los profesionales, el factor que determina quién se llevará el puesto son estas competencias. IELLOW, que trabaja día a día contrastando este tipo de habilidades, ha podido identificar de primera mano cuáles son las más demandadas en este año 2023.
Aquí te dejamos las soft skills más buscadas por las empresas para sus empleados en 2023:
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Adaptabilidad. Hace referencia a la gestión del cambio. La flexibilidad con la que una persona es capaz de adecuarse a cualquier situación. En un entorno volátil y de constante cambio como el actual, será muy bien valorada la disposición y motivación para enfrentarse a nuevos retos y tareas. Así como la capacidad de integrarse en nuevos procesos y trabajar con nuevas tecnologías.
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Creatividad. Aplicada a todos sus aspectos. La facultad de aportar nuevas ideas y soluciones en cualquier ámbito laboral: con clientes, dentro de nuestro propio área o departamento, ideas que aporten y puedan mejorar el propio modelo de negocio y su propuesta de valor... Por esto, la creatividad está muy ligada a la innovación. Se trata de la parte más práctica: la transformación de las ideas en valor y beneficio para la empresa.
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Pensamiento crítico. Hablamos de la capacidad de analizar una situación tratando de dejar a un lado los sesgos que puedan darse debido al rol del empleado o el trabajo. Dar soluciones basadas en la reflexión y evaluación. Esta habilidad está relacionada directamente con la toma de decisiones y resolución de problemas.
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Capacidad de liderazgo. Una habilidad de las más importantes, aunque esta soft skill nos gustaría renombrarla y hablar más concretamente de capacidad de influencia. La razón es que este último término está más ligado al equipo y no tanto a la idea más común sobre liderazgo, que se refiere a ser capaz de dirigir departamentos y proyectos. Aquellas personas que poseen esta habilidad de influencia tienen la capacidad de motivar, transmitir ideas, proyectar autoridad, seguridad y guiar a las personas hacia un objetivo dentro de un marco de valores.
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Comunicación. Hace referencia a la forma en la que una persona se comunica con sus iguales, proveedores, superiores... Es la habilidad de conseguir ser entendido de forma óptima, pero también incluye la capacidad de escucha activa.
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Empatía. Es la habilidad de sentir y comprender la perspectiva de la otra persona. Es el signo más claro de entendimiento y la fórmula más efectiva de lograr crear propuestas adaptadas a las necesidades de las personas. Si no somos capaces de ponernos en su piel, nunca lograremos entenderles.
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Resiliencia. Relacionada con la adaptabilidad. Hablamos de la capacidad de superación de una persona. La facultad de asumir y salir adelante en situaciones adversas, pero, además, salir airoso y beneficiado de ellas. Teniendo en cuenta el panorama competitivo actual, es una característica que los profesionales deberán de trabajar cada vez más.
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Gestión de prioridades. Más conocida como gestión del tiempo. Sin embargo, queremos matizar esta soft skill debido a que, al fin y al cabo, saber identificar las prioridades y el esfuerzo que deberás invertir en las tareas desemboca en saber organizar tu tiempo. Denota saber maximizar la eficiencia y ser más productivo.
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Trabajo en equipo. Forma en la que una persona se relaciona con sus compañeros de trabajo y es capaz de realizar tareas en conjunto con otras personas. Implica dominar otras habilidades como la comunicación, asertividad, organización o la escucha.
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Inteligencia emocional. Saber gestionar tus propios sentimientos y los de tu alrededor. Favorece el bienestar psicológico, y como consecuencia, ayuda a mejorar la productividad. Normalmente, las personas con una alta inteligencia emocional son más positivas, proactivas y generan confianza y seguridad.
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Resolución de problemas. Esta Soft Skill al fin y al cabo es una combinación de todas las anteriores. La obtención de todas ellas deriva a una correcta resolución de conflictos y adversidades. Se trata de la capacidad de una persona para afrontar y solucionar situaciones complicadas.
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Orientación a cliente. Hablamos del mimo, el gusto la inquietud y preocupación por trabajar adaptados al cliente. Es decir, conocer sus deseos y necesidades y actuar en consecuencia. Aquí podemos diferenciar tanto la orientación a cliente externo como al cliente interno (como pueden ser por ejemplo los trabajadores para un responsable de RRHH o CEOs).
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Iniciativa y proactividad. Es actitud de anticipación. Está vinculada a la motivación y al compromiso de la persona con la empresa o la tarea. Denota interés, lo cual es un ingrediente fundamental para asegurar un trabajo bien realizado.
Demostrar estas competencias puede ser el factor que te diferencie ante otros candidatos, con lo cual, no te olvides de incluir estas habilidades blandas en tu CV.
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